lunes, 22 de septiembre de 2008

· No han pasado ni cinco minutos ·

En la ribera me siento a oír el viento zumbar tras mis oídos que parecen no querer recibir más que algunos suaves susurros que se mezclan con las hojas caídas del otoño del árbol que hoy ya tiene nuevamente el verde de esos sueños que vimos crecer todo un invierno todo un verano toda una vida entera que pareció querer llevar las desventuras hasta el punto culminante en que nuestras manos se encontraran y entrelazaran y eternizaran y amaran como aquellas bancas gélidas jamás creyeron poder concretar en su efímeras visitas semanales y mensualmente intermitentes de días enteros melancólica extrañando el olor del perfume que me hacía suspirar día a día y noche a noche como ahora como esta noche cuando hace algunos minutos te fuiste y dejé de sentir la calidez de tu abrazo la humedad de los besos y la sonrisa permanente de esos labios y esos ojos que me tienden un camino hacia el futuro anhelado hacia lo que siempre quise y entonces miro alrededor buscando la presencia que nunca desaparece y que se hace imperecedera y puedo reír a mis anchas expresando mi alegría gritando que soy feliz que soy feliz que soy feliz como nunca pude y afónica me quedo de las emiciones sobrepuestas superpuestas antepuestas pospuestas y afónica de patalear en el vacío al borde de la ribera en la que al segundo siento tus pasos tan cálidos tan míos para darme vuelta y divisar el puente indestructible ahí: en tus ojos.

martes, 16 de septiembre de 2008

· Pensamientos aleatorios de un momento indefinido ·


Ahora creo teñir de palabras el rincón que como espejo me refleja. Y puedo ver a través de mis líneas un mensaje intrínseco, una doble lectura. Es la interpretación que se teje durante el hilaje de ciertos sentimientos, aludiendo a realidades alternativas, a vidas externas. No veo otra emoción más que la que me permite sonreír sin pausas, dejando de lado ese cansancio que remueves en caricias, abandonando y escondiendo bajo la cama las pesadillas que alguna vez pudieron atormentarme. Mis pies parecen pisarlas, y las zapatillas sienten el acolchado bajo sus zuelas.

Me divierto caminando siempre hacia adelante. Puedo oír alrededor el griterío y obviarlo. Puedo respirar el aire contaminado sin enfermarme. Puedo cruzar el abismo tranquilamente. Puedo cruzarlo por el puente. Y estoy divertida de poder caminar siempre hacia adelante, como si no existiese más pasado que el segundo que adelanté hace exactamente un segundo, y el futuro fuese aquel que con ansias espera mis ojos brillantes. Mis ojos brillantes brillando bajo el sol.

Cuántas cuentas regresivas hube de sortear...

Y sin embargo ahora, la bomba de tiempo ha sido aniquilada, anulada. Su estallido se congeló indeterminadamente; me atrevería a especular que eternamente... Es eternidad a lo que saben mis labios después del contacto.

No existe pasado propio. Sólo el que vemos tras el otro, el que está en frente, el pasado que quizás aún rasguña suavecito, que pronto se extinguirá porque el espacio alrededor de nosotros lo hará así también. Y entonces sólo sentiremos el futuro en nuestras manos. En ese espacio que te dije; donde respiramos el mismo oxígeno.

Ese espacio vacío que son los sueños... vacío que cual álbum completaremos.

domingo, 7 de septiembre de 2008

· Oh, yes ♪ ·

Y todo da vueltas. La cabeza parece un revoltijo de pensamientos, sentimientos, dolores, des-dolores, felicidades y cansancio. Ahh, sí. Porque lo quiero todo, porque soy una compulsiva, porque deseo a cada instante el saber infinito, porque deseo nuestros pasos en una sola mano, porque deseo exigirle a mi cerebro aún cuando las neuronas piden a gritos descaso, un stop, un break, un relax.

Así da vueltas, con las notas del piano, y esa frustración que intento canalizar con el estudio desaforado de unas cuantas partituras.

Y llego a Bilbao, sin saber cómo, soñando nuestros sueños, despierta, porque así estamos, despiertos, caminando, caminando...

Love me two times. Para siempre.

Y la sonrisa no puede evitar dibujarse en mi rostro. En el tuyo. Sin importar las arrugas posteriores, sin importar que contraste con el gris del cemento. Soy feliz. Somos felices.

Creo que me tomaré ese break. Al menos por hoy... al menos por hoy.
Mañana un nuevo día de conmociones, de emociones, de estudiaciones. Mañana un nuevo día, un nuevo nuestro día, el día número siete, el día dos meses y nueve, el domingo.

Al menos, el puente nos invita a refugiarnos del estrés. Sabemos que en cada mirada podemos tumbarnos en él, mirar el cielo tranquilamente, abrazarnos y estar en paz. Y así yo sé que, la próxima vez, no dejaré que los impulsos controlen mis palabras. La próxima vez será planeado. La próxima vez será meditado y corregido.

Hoy no. Hoy es de esas veces en las que dejo escapar, dejo escurrir. Y todo lo que sale es un desorden, una amalgama. Todo lo que se plasma es el sentimiento en erupción.

Se acabó; me voy a dormir.

Y me iré a soñar con la canción alegrando mi cansancio. Pensando en que no son dos veces, sino infinitas. Y en mis sueños te diré que tú también debes, y siempre.

Love two times, one for tomorrow, one just for today.

:)