viernes, 30 de enero de 2009

· February ·

Impotente, vi caer la carga borda abajo... Una mano gigante e invisible las arrastraba hacia el mar, escupiendo mi esfuerzo, invalidando mis sueños.
Y entonces no pude más que tirarme al piso a llorar con las manos cubriéndome la cara. Así durante todo un mes... Un mes en que no podría apoyar mi rostro angustiado en tu hombro. Un mes en el que no podría sentir tu calor abrazando al mío.

viernes, 23 de enero de 2009

· PostData ·

Quizás un susurro me recuerde que he sido un tanto ingrata con las letras y con este rincón tipo baúl de escritos que tenía a medio abandonar. Sí, por no decir completamente abandonado, lo cual, por lo demás, sería mentira... ya que siempre lo tengo presente. Siempre.

Debe ser la extraña vida de los que trabajan... no he logrado acoplarme a ese horario ruinoso con todo tipo de expresión que se salga de los cánones, básicamente porque se mueve en las horas lúcidas de una persona normal. En concreto, llego a la casa y solo quiero descansar y no pensar en nada (ya hubo suficiente de eso mientras intentaba matar el tiempo que parece no correr...). Pero a la vez siempre me recuerdo mis objetivos, intentando solidificar la voluntad, intentando no ceder ante la vida de los demás... Porque es así, yo simplemente no puedo sentirme a gusto. Y no me perdonaría jamás el acostumbrarme. No me perdonaría jamás el resignarme frente a algo que no amo, sólo por necesidad. Antes, prefiero luchar hasta morir.

Quizás también estoy exagerando. El punto es que no he tenido esa chispa creativa que con anterioridad me permitía explayarme en mi queridísimo blog. Y no sé si se trata de las ocupaciones laborales aquellas o simplemente porque decidí cambiar el chip durante el verano. Aunque debo confesar que tampoco he tocado piano, y eso es lo que más me duele (precisamente porque sé que luego me dolerá no haberlo hecho cuando tenía tiempo. Hoy no duele. Mañana sé que sí).

El punto también es que he vuelvo a escribir. Es extraño. En realidad no tanto... pero por momentos, siento que mis sentimientos van a estallar, y que debo canalizarlos de alguna forma. Aunque sea de esta forma tan simplona (porque no vamos a decir que estas líneas son demasiado valiosas). Heme aquí, intentando canalizarlos. Ah! Pero olvidé decir qué era aquéllo que me sobrepasaba. Algunos lo encontrarán cliché, otros, cursi. Pero qué vah... lo que me llena hasta el punto de salírseme por los poros es nada más y nada menos que: el amor.

Ese que hacemos crecer cada día más, amor.