martes, 30 de noviembre de 2010
·Don't look back into black·
martes, 7 de septiembre de 2010
·Julio y agosto·
Hoy supe de la imbecilidad de los posmodernos al querer realizar poesía sin mímesis.
Y es que la mímesis lo es todo, ¡todo!
Si digo "sol" me estoy refiriendo no a un concepto, sino a un ente de la realidad. Si me refiero a un ente de la realidad, a través de otro formato que no sea la realidad misma, estoy necesariamente IMITANDO. Pero no, ellos querían escribir sin mímesis.
Así que julio y agosto no tienen su correlato. No tienen la compañía de las letras que les darían vida eterna (o eterna hasta que blogspot decida desaparecer). Julio y agosto no tienen su mímesis.
Pero fueron buenos meses. Buenos como todos los que he tenido hasta ahora.
Quizás me falta la gota adolescente para crear textos de mayor intensidad, y al parecer mi desorden hormonal no es suficiente para volver a los 17.
En fin, julio y agosto quedarán, al menos, grabados como los meses de menos inspiración.
O quizás como el vago pero indudable registro de mi incapacidad literaria. O quizás la triste realidad representada a través de un hueco en una página web. O quizás todo eso junto. O quizás nada de eso.
jueves, 3 de junio de 2010
·Pasado imperfecto·
martes, 4 de mayo de 2010
·La ira·
domingo, 2 de mayo de 2010
·Sentido·
jueves, 29 de abril de 2010
·Faces·
viernes, 16 de abril de 2010
·Veneno·
el silencio y un sueño negro.
martes, 13 de abril de 2010
· - ·
El peligro que me acosa, me sanciona.
jueves, 25 de marzo de 2010
·Fugitiva·
La inspiración se ha ido disipando, como quien, expirando el humo del cigarro, ve desaparecer entre las transparentes partículas de aire (y smog, y sudor) a las no-transparente partículas de tabaco.
Así es que cuando me miro en este espejo me deduzco fugitiva.
Ya no hay sombras que me conmuevan y me retuerzan el alma con instinto asesino.
Ahora soy feliz.
La felicidad me parece tan fugitiva como yo, promiscua y toqueteada.
Ahora lo estoy comenzando a comprender todo...
por qué me he alejado de la escritura
por qué considero que la universidad no es mi único mundo
por qué mi rostro ya no es serio cuando camino
por qué estoy escuchando canciones poperas
por qué me alegra pintarme las uñas azules
Y es que las ataduras han desaparecido.
Estoy consciente de que jamás había escrito algo tan precario y falto de intriga (ese gustito que me guiaba como un vaivén de una oración a otra, sin el mayor peligro de perder el ritmo).
Ahora debo reinventarme como escritora.
Ahora debo aprender a escribir desde distintos ángulos.
¿Pero cuánto, cuánto me va a costar?
De cualquier forma soy capaz de cambiar la escritura por la felicidad.
Esa felicidad que de promiscua ha llegado a pertenecerme.
Sólo espero encontrar el hilo que me permita salir del laberinto de la no-creación.
Y dejar que las letras me alcancen para sumergirme en ellas.