domingo, 2 de mayo de 2010

·Sentido·

La relatividad de los asuntos es algo que a veces me desespera. ¿Por qué en ciertas conversaciones no puede darse, mágicamente, el unívoco? Ciertamente simplificaría un montón de interpretaciones erróneas y, además, nos ahorraría una serie de malentendidos absolutamente no deseables...
Pero, ¿qué haríamos con la literatura? Si la literatura se transformara en unívoca perdería todo aquello que nos llama a leerla y releerla, a quedarnos estirados en la cama, con el libro terminado en la mano y mirando el techo, intentando digerir. Si la literatura tuviera una sola respuesta, estaríamos quebrando el principio de informatividad (sí, jajaja, lingüística del texto es algo que me tiene un tanto traumada) y le creo a De Beaugrande y Dressler que nos aburriríamos como ostras. Sería "más aburrido que acuario e' almejas", como decía un amigo...
Y sin embargo sería tan bueno que en ciertas ocasiones hubiese un sólo sentido en lo que se transmite. Seguramente dejaríamos de repasar las palabras una y otra vez en búsqueda del sentido que nos beneficiaría en un grado mayor, para darnos cuenta finalmente que, aunque tras la dislocación del entorno pragmático, nuestra interpretación quede bonita y cerrada en sí misma no es, lamentablemente, lo que en verdad se quiere decir.
¿Pueden verdaderamente coincidir el emisor y el receptor en lo que se dice? Porque... todos sabemos lo que una mesa es, pero para mí es café, más o menos pequeña y con seis o cuatro sillas. Pero para ti es, quizás, una mesa enorme con ocho o más, ovalada o rectangular. No. Nunca podremos coincidir más que en un 90% o quizás menos. Y así cada uno con su mundo textual...
En fin, me gustaría que en este momento la frase que analizo tuviera menos de dos interpretaciones, y que la duda o la certeza de que la interpretación mía es la fantasiosamente errada no me persiguiera justamente ahora, cuando una lágrima se desliza por mi mejilla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mi esperanza es que al menos la vida viniera con un manual de uso en relaciones humanas...

Celeste Rex dijo...

Jajaja, pero de todas formas eso la haría más fome..
Quién eres, anónimo?