martes, 10 de junio de 2008

·Arqueología·

Los restos invisibles seguían de pie, y los fantasmas aún soportaban las paredes sobre sus espaldas: obstinados al olvido. Sí, obstinados.

Poco a poco encontraban bajo las piedras los retazos de sus andanzas anteriores. Esos recuerdos que ni el súbito derrumbe pudo borrar.

Y ya comienzan a resignarse a la inmortalidad de las conexiones...

*La arqueología es una disciplina que intenta mantener viva la psicología y cultura en un tiempo determinado. No es sólo el hecho informativo en sí, ni un sostenedor de la historia. Tiene mucho más que eso: descubre lo que fue sepultado bajo el polvo del tiempo, para hacerles cobrar una nueva vida dentro de la época. Una vida que hable de las anteriores. Que hable de esos recuerdos, de esa 'forma' existencial. Una nueva vida que renueve la voz de esas fotografías borrosas, la vida de esas que lucharon frenéticamente por mantener los matices y colores a pesar del tiempo y los constantes derrumbes: obstinadas al olvido. Sí...

Pero parecen no poder encajar en el mundo moderno. Se baten contra sus propios sentimientos encontrados. Amando el olvido, así como el ser descubiertas...


Esbozo de un inventario de recuerdos encontrados:

- Pasos.
- Bancas.
- Frío.
- Fotografías.
- Olvido.
- Sueños.
- Escritos.
- Café.
- Con pie de limón.
- Buenos Aires.
- Parques.
- Helado.
- Y ron.
- Complejos.
- Invierno.
- Amor.
- Caipirinha.
- Abrazos.
- Y besos.
- Edad.
- Pena.
- Impaciencia.


Impaciencia. Esa que quiere volver a sepultar fotografías.

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