domingo, 15 de junio de 2008

·Soy una amalgama·

No creí que los caminos se tornaran paralelos, tanto así que llegaran a juntarse en algún punto del plano. Tampoco creí equivocarme al cerrar los ojos frente a la trifurcación para dejarme llevar. Ahora veo que he caminado dos pasos y retrocedido uno. Que he dejado caminos inconclusos y he escapado apresuradamente para no enfrentar dolores.
Tengo miedo.
Miedo de esa nueva trifurcación frente a mi vista.
Por eso recorro mi situación desde un helicóptero, intentando sobrevolar objetivamente los sentimientos. Sin embargo, a ratos parezco perder altura, y comienzo a caer lentamente sobre ese océano tan grande y solitario que es mi amalgamada invención del mundo... Ese caos que inventé y construí de lágrimas y terrones de esperanza: lágrimas frías que ocupan las tres cuartas partes.
Mientras caigo el aire gélido me permite reaccionar para tomar nuevamente las riendas metálicas: nuevamente me alzo sobre todo y todos.
Pero ya sentí el calor de alguno de esos montículos que recibirían mi inescrupuloso descenso.
Ya sentí el calor de estrellarme, de fundirme plenamente en esa mezcla de pinturas, canciones, fotografías y sentimientos.
Nunca me sentí tan perdida.
Y nunca sentí tanto el deseo de creer y rehacer por mí misma esta figura desvalida que llamo cuerpo, demacrada por las horas en que llené los océanos salados.
Quiero un fu bemol.
Esa nota inexistente, ese estado intermedio (intermedio de la nada).
Al parecer no busco coherencia ni vida real; simplemente ese punto falso, ese paso en falso que me garantiza no errar. Así que despliego mis alas, para sentir plenamente el fuego y el hielo mezclados, intermitentemente. En búsqueda de ese límite que me muestre un nuevo paradigma de la felicidad, un nuevo espejismo que corra paralelo a mi vida olvidada, pero que lo haga dejando atrás ese único punto de encuentro en el plano... El punto de partida.
Soy una amalgama.
Y me di cuenta de que no poseo alas para esquivar el sufrimiento.
Ja, siempre lo supe. Pero a mi pesar, necesitaba una sonrisa amarga que me permitiese reir de mi propia situación, una y otra vez, torturándome.
Soy una amalgama y tengo miedo. Miedo porque la bencina parece acabarse, y las fuerzas parecen consumarse. Miedo a desfallecer sobre el océano de mis lágrimas, sobre el espejismo de mis dolores. Miedo a correr en dirección equivocada frente a esta nueva trifurcación. Miedo a que ya sea demasiado tarde. Miedo a que luego sea demasiado tarde. Miedo a que el tiempo deje de congelarse y parecer inmune. Miedo a la soledad. Miedo a dormir nuevamente. Miedo a equivocarme. Miedo a ser yo:
Esa amalgamada figura sobre un juguete que pretende (irónica, amarga, penosamente) la panorámica de una posible respuesta.

miércoles, 11 de junio de 2008

Caminaba sola.
Sentía el frío.
De la pérdida...

Debiera sentirme tranquila.
Convencida...

Pero mis ojos no pensaban lo mismo,
mientras bañaban el pavimento.
Mientras mis oídos sufrían las torturas
de los recuerdos...

"Don't look back into black
Don't let the memory of sound drag you down"

Las lágrimas mojaban penosamente el cemento.

·Stop Swimming·

This song leaks out onto the pavement
It could be a joke, it could be a statement
The more that I fake it and pretend I don't care
The more you can read in to what isn't there
Maybe it's time to stop swimming
Maybe it's time to find out where I'm at
What I should do and where I should be
But no-one will give me a map
I'll leave now this can't continue
But I forget which door I came through
And I know that the lift can be painfully slow
So I think I'll leave through the window

·Hechos...·

y no sólo palabras.

Adiós.

Hoy, seguiré ese camino.

martes, 10 de junio de 2008

·Arqueología·

Los restos invisibles seguían de pie, y los fantasmas aún soportaban las paredes sobre sus espaldas: obstinados al olvido. Sí, obstinados.

Poco a poco encontraban bajo las piedras los retazos de sus andanzas anteriores. Esos recuerdos que ni el súbito derrumbe pudo borrar.

Y ya comienzan a resignarse a la inmortalidad de las conexiones...

*La arqueología es una disciplina que intenta mantener viva la psicología y cultura en un tiempo determinado. No es sólo el hecho informativo en sí, ni un sostenedor de la historia. Tiene mucho más que eso: descubre lo que fue sepultado bajo el polvo del tiempo, para hacerles cobrar una nueva vida dentro de la época. Una vida que hable de las anteriores. Que hable de esos recuerdos, de esa 'forma' existencial. Una nueva vida que renueve la voz de esas fotografías borrosas, la vida de esas que lucharon frenéticamente por mantener los matices y colores a pesar del tiempo y los constantes derrumbes: obstinadas al olvido. Sí...

Pero parecen no poder encajar en el mundo moderno. Se baten contra sus propios sentimientos encontrados. Amando el olvido, así como el ser descubiertas...


Esbozo de un inventario de recuerdos encontrados:

- Pasos.
- Bancas.
- Frío.
- Fotografías.
- Olvido.
- Sueños.
- Escritos.
- Café.
- Con pie de limón.
- Buenos Aires.
- Parques.
- Helado.
- Y ron.
- Complejos.
- Invierno.
- Amor.
- Caipirinha.
- Abrazos.
- Y besos.
- Edad.
- Pena.
- Impaciencia.


Impaciencia. Esa que quiere volver a sepultar fotografías.

martes, 20 de mayo de 2008

· Blackwater Park ·


Y estabas ahí: hermosa, tanto como solías serlo. Doblada por el esfuerzo sobrehumano que te costaba mentir: Mentirme. Y sentíamos a nuestro alrededor que nuevamente nos azotaría el invierno; aquel que anteriormente nos vio luchar frenéticamente... Y que en él ya ni las gélidas bancas podrían sobreponerse a perecer congeladas...
Porque no serían ni siquiera nuestros cuerpos quienes las abrigarían, ni nuestros esfuerzos por entibiarlas lo que las salvarían.

Sería la lluvia la que perdería entre desagües las hojas caídas del otoño, la que limpiaría el aire desgastado de un melancólico cielo nublado.

Y, sin embargo, lo extrañaría.

Extrañaría esos parques en donde dejamos nuestra pequeña invención del mundo a medio acabar, extrañaría los abrigos medio húmedos y su fru frú al rozarse, extrañaría los suspiros interminables por historias sin comienzo que creímos poder concretar; aquellos suspiros que nos permitían seguir soñando cada día, seguir entibiando bancas incansablemente, y seguir pensando que quizás... quizás.






jueves, 15 de mayo de 2008

· El lado más dramático de mí... ·

me buscaba con impaciencia; había comenzado a sentir el dolor del desdoblaje, extrañando la calidez y lo hospitalario de mi cuerpo.
Se evaporaba paulatinamente, devorado por el imponente sol, ese sol que parecía no querer ceder ni al invierno, ese sol que despierta en mis ojos cada mañana, y que evita el frío al anochecer.

Y mis suelas se negaban a ceder.
Por suficiente tiempo se había adherido la sombra a mis pies, suficiente como para terminar sintiéndome menos humana dentro de la carne, como para acostumbrarme al frío de la desnudez.
(Incluso amarla)

Resulta lógico que cada hilo se niegue, que luche furiosamente por no desprenderse, por estar siempre colgado a mí.

Y también resulta lógico que cada cierto tiempo le tienda la mano a esa sombra, a esa niebla que me rodea y que la luz pretende disipar.

"Fue ese doble el único que me acogió cuando mi cuerpo no era más que masa, y me enseñó la inspiración...
Por eso yo también me aferro al dolor, como la gota de licor que recorre mi cuerpo creando literatura."

Entonces tomo la aguja y repaso el hilo que, al parecer, no podrá soportar.
Pero sólo de vez en cuando.
Porque el calor comienza a agradarme.
Y el lado más dramático de mí comienza a alejarse,
reconociéndolo sólo en excusas.

Y ya la luz lo ha evaporado completamente
y ha pasado a formar parte del aire...



Ese aire que revuelve mis cabellos,
que recorre mi cuerpo haciéndolo encrisparse,
y que sonrié junto a mis labios cada día de sol.

domingo, 27 de abril de 2008

· 24/02 ·

Y sin embargo, la página estaba demasiado limpia, demasiado en blanco. Que las primeras pinceladas fueron frágiles, inexactas, precarias y - en su mayoría - erróneas, teniendo que (inevitablemente?) ser tachadas o explicadas. Así, la escritura ya no se vió perfecta sino tan fallida como en ocasiones anteriores. Tan fallida pero a la vez distinta; cargada al "yo" y al egoísmo, al deliberado deseo de obviar a los demás, las influencias y el exterior...

Detesto correr tras las sombras del polo opuesto.

Aquel que imanta mi persona (lidad) absorviéndola, succionándola, deformándola e idiotizándola. Idiotizada como un zombie.

Celestezombie, como madre cloaca.

----- cloaca.

jueves, 10 de abril de 2008

·Mensaje Subliminal·



Recuerdo haber llegado hasta la "tri"furcación de los caminos, esa que tanto había intentado esquivar caminando lento, retrocediendo pasos.

Recuerdo haber mirado a lo lejos hacia esas tres direcciones, buscando algún indicio de vida, algún rayo de sol que sirviera para aferrarse.

Todos inhóspitos, desiertos.

Estuve un buen rato sentada ante la decisión.

A pesar de todo, había un camino en el cual podía ver "algo" a lo lejos, y entonces lo elegí.



Si tan solo no hubiese sido tan ingenua en aquel momento.

Se trataba de un espejismo.

El camino terminaba en el vacío. Se iba poco a poco "desconvirtiendo" de lo material a una "nada" perfectamente limitada y sin límites. Una "nada" que me succionaba, que me llamaba y me atraía a medida en que se hacía cada vez más dolorosa.

Me hubiese quedado refugiada en ese espejismo para siempre... Pero el desdichado me escupió, me lanzó nuevamente hacia la "tri"furcación, cerrándose para mí, y dejándola sólo en "bi".

Recuerdo haber perseguido su recuerdo durante siglos.

Cuando alguien quiso conducirme, lo maté. Pero no sin dolor.

Maté el presente y con ello nació la " "furcación.

Hasta que el pasado se presentó. Me tendió una mano mostrándome un futuro distinto, que se saltaba épocas enteras y no respetaba linealidades.

Partí entonces por la " "furcación. Cogí casi todos mis recuerdos y los eché al bolsillo. Caminé ayudada por una mano invisible.


Encontré-

Sí, encontré-

Y cada día vuelvo menos la vista hacia atrás, hacia la "tri" furcación de los caminos,

allá donde abandoné recuerdos que elegí "guardar" en la tierra,

en la tierra y no en mis bolsillos.

sábado, 1 de marzo de 2008

· Escala Cromática ·

Estoy rendida ante las mil facetas que mimetizan los colores,
me riño a cada instante con este pudor insaciable,
soy impasible en actos inauditos e inalcanzable,
me fijo tras esta pared plana de reflejos,
soy la imagen traslúcida de una muerte prematura,
las hojas de mi cuerpo se desprenden secas de mentiras,
marchitas de esperas, podridas de tiempo.


Estoy rendida ante lo infinito,
soy un punto en la era de la destrucción,
mis pensamientos valen más que los granos de arena,
postrada frente a la visión de la oleada absurda,
obligada a ver masacres de iguales.


Estoy rendida ante las mil facetas de lo infinito,
mimetizada como un punto en la destrucción,
postrada ante la visión de mi propia muerte,
obligada a ver marchitas las horas de mi espera,
bajo mi existencia,
que vale poco más que un grano de arena...


____________________________________



Tiene como tres años de ser escrito, y aún me resulta increíble lo "yo" que sigue siendo.

lunes, 25 de febrero de 2008

· El Baile de las Márcaras ·

Ochocientos mil quinientos kilos de plomo cayeron sobre su espalda.
Sin embargo, ya no chocaron contra esa muralla medio rota que solía llamar su "escudo".

No.
Ahora se encuentra al descubierto. De forma mínima, irreconocible.

Y es que encontró una manera mejor de protegerse: arriesgando su propia identidad.

Claro, de forma inconsciente fue separándose en pedacitos.

jueves, 17 de enero de 2008

· Red is a Slow Colour ·


Paradójicamente volvemos a nacer.
Rodeados de un nuevo fondo;
blanco,
limpio,
listo,
liso.
Y es que hay tanto por lo cual empujar nuevamente los pétalos hacia afuera.

lunes, 14 de enero de 2008

·A life all mine·



Y así es el fin.

Incapaz de eternizar la hermosura.

Y así es el fin; un puñado de flores marchitas.

domingo, 13 de enero de 2008

· Efímero ·


Me gusta porque da la impresión de estar naciendo...
la sensación de que con fuerza empuja sus pétalos hacia afuera,
un afuera que no es capaz de dimensionar.

Pobre ingenua.
Empujando frenéticamente hacia el fin,
un fin que no es capaz de dimensionar.

Así como todos avanzamos,
sacando de no sé dónde fuerzas, a pesar del dolor,
a pesar de que el fondo se ve siempre negro.
Y quizás es sólo eso.
Es el segundo en que alguien captó nuestra esencia,
o nos vió en la lucha hermosa y desesperada
(porque mientras más desesperada, más hermosa).

Al final no somos tan distintos.
Si de todos modos, la rosa siguió creciendo y muriendo


Sí..
a medida que crecía, moría.

viernes, 28 de diciembre de 2007

·BombaDeTiempo·

Tic
Tac
Tic
Tac
Tic...


(en cualquier momento)

viernes, 2 de noviembre de 2007

· Nada ·

Y claro que lo pensé. De hecho, viví varias semanas en aquella superficialidad, en la calidez del autoengaño.
En momentos como éste me gustaría estar rodeada, no tener espacios vacíos de tiempo para pensar en mí, espacios vacios que mi inconsciente aprovecha ágilmente para enfrentarme.
Y quiere la verdad, la busca insistentemente.
Finalmente cede, sí, el cerebro cede; y siento caer la barrera, intangible, tan frágil, una construcción ridícula, mediocre, como queriendo proteger y a la vez autodestruirse (pero sobre todo autodestruirse) y que sólo sigue en pie para serme fiel, para no hacerme creer que soy tan débil, o para darme momentos, regalarme sonrisas.

No soy así.

Pero intento esquivarlo, como si pudiesen torcerse los caminos.

En momentos como éste me gustaría estar rodeada, para no permitirme vacilaciones, para que la mano que con fuerza da vuelta la página no dude, no la mire de reojo por última vez, una última vez interminable,
que la hace llenarse de lluvia.

Sin embargo siento la piedrita en el zapato. Me daña a cada paso que doy. Intento caminar de forma en que no me toque. Cuando la busco no la encuentro. Pero está ahí, siempre está ahí. Negándose al olvido. Egoísta.
Egoísta me daña, me molesta. No tengo herida, pero duele. O quizás sí; invisible.

Invisible y egoísta me daña, la piedrita en el zapato.

lunes, 3 de septiembre de 2007

· Go back to sleep... ·

Últimamente, y a pesar de los muchos intentos por evitar (paradójicamente) encarar la inevitable realidad, hace unos días se ha entretenido presentándose cruda ante mis ojos... Y esa crudeza desde ambos sentidos; inmadura y difícil. La veo como una ola tal cual tsunami, y a ratos pareciera detenerse de súbito para dar paso a dolorosos "flashback" (raccontos, si se quiere ser más literario), que caen como piedras en mi estómago alargándolo casi hasta el suelo. Difícil situación cuando se pierde la capacidad de discernir sobre la veracidad de la felicidad propia, que hace unas cuantas semanas aparece estimulada por una pastilla diaria después de cada desayuno.
Me resulta aún más complicado hilar la alborotada cantidad de sentimientos que quieren despedirse de mí para ir a 'un más allá'; un más allá que sea capaz de ordenarlas, tal vez hasta analizarlas. Pero pareciera que el imán opresor, o esa incapacidad de los humanos de sentirse menos humanos o más vacíos al momento de no sufrir, quisiera tatuarlos dentro de mi fisionomía mediocre... (las arrugas invisibles...).
Me encuentro en el punto sin alternativas; no existe un pasado más que el de la página anterior, y la realidad de la que solía escapar pareció encontrarme más rápido de lo que creí. Pero en ese mismo punto se abren incógnitas que no me siento en posición de analizar; ¿Cómo poder diferenciar si una alegría es verídica o consecuencia de algunos químicos? Y en base a eso, ¿Qué otra reflexión puedo hacer?... ¿Cómo podría enfrentarme a la realidad (que por cierto, ya me encontró, pero que nunca anduvo perdida ni yo separada de ella) si no conozco mi propio estado, mis propias armas..., si no tengo conciencia alguna de si me hallo apta, o en absoluta desventaja frente a la próxima batalla?.
Es como la adrenalina al cruzar la cuerda floja; un paso hacia adelante podría significar en falso (o el llegar hacia el otro lado), y el camino recorrido ya es sólo eso; el camino recorrido.

martes, 19 de junio de 2007

·Listen·

Y la más ligera nota baja pudo llenar los espacios semi-vacíos.


El piano siempre será mi gran sueño... como un majestuoso sueño jamás alcanzable, como una grandeza nunca asignada para una insignificancia como yo.

Y entonces recuerdo con impotencia mis No desesperados en la academia.


Listen, listen.. listen, listen...


Acordes completos, la lluvia, un coro...

La perfecta armonía para este depresivo momento, cuando lucho con todas mis fuerzas por convencerme de mi fortaleza.


Las notas en piano, pianissimo, y luego resucitan en un crescendo. Lentos compases se suceden matizándome con sus matices, respirando el mismo aire, aquellos silencios tan bulliciosos, tan principales en la obra.


Listen, listen suspiran tranquilos, mientras la madera de un cambio de acorde guitarresco resuena bajo lo nupcial. Amo aquello que lo hace tan humano como divino...


Entonces un piano, un pianissimo, la lluvia cesa y la canción termina.




martes, 29 de mayo de 2007

·Necesito voluntad...·

Gracias por 'decirme' las palabras exactas que necesitaba 'oir'.

jueves, 17 de mayo de 2007

·Fuckin' Day·

“Aún quedan esperanzas” se mintió a sí misma tratando de aminorar el dolor; tal cual kamikaze abriendo su paracaídas sabiendo que está roto.