lunes, 22 de septiembre de 2008
· No han pasado ni cinco minutos ·
martes, 16 de septiembre de 2008
· Pensamientos aleatorios de un momento indefinido ·
Me divierto caminando siempre hacia adelante. Puedo oír alrededor el griterío y obviarlo. Puedo respirar el aire contaminado sin enfermarme. Puedo cruzar el abismo tranquilamente. Puedo cruzarlo por el puente. Y estoy divertida de poder caminar siempre hacia adelante, como si no existiese más pasado que el segundo que adelanté hace exactamente un segundo, y el futuro fuese aquel que con ansias espera mis ojos brillantes. Mis ojos brillantes brillando bajo el sol.
Cuántas cuentas regresivas hube de sortear...
Y sin embargo ahora, la bomba de tiempo ha sido aniquilada, anulada. Su estallido se congeló indeterminadamente; me atrevería a especular que eternamente... Es eternidad a lo que saben mis labios después del contacto.
No existe pasado propio. Sólo el que vemos tras el otro, el que está en frente, el pasado que quizás aún rasguña suavecito, que pronto se extinguirá porque el espacio alrededor de nosotros lo hará así también. Y entonces sólo sentiremos el futuro en nuestras manos. En ese espacio que te dije; donde respiramos el mismo oxígeno.
Ese espacio vacío que son los sueños... vacío que cual álbum completaremos.
domingo, 7 de septiembre de 2008
· Oh, yes ♪ ·
Así da vueltas, con las notas del piano, y esa frustración que intento canalizar con el estudio desaforado de unas cuantas partituras.
Y llego a Bilbao, sin saber cómo, soñando nuestros sueños, despierta, porque así estamos, despiertos, caminando, caminando...
Love me two times. Para siempre.
Y la sonrisa no puede evitar dibujarse en mi rostro. En el tuyo. Sin importar las arrugas posteriores, sin importar que contraste con el gris del cemento. Soy feliz. Somos felices.
Creo que me tomaré ese break. Al menos por hoy... al menos por hoy.
Mañana un nuevo día de conmociones, de emociones, de estudiaciones. Mañana un nuevo día, un nuevo nuestro día, el día número siete, el día dos meses y nueve, el domingo.
Al menos, el puente nos invita a refugiarnos del estrés. Sabemos que en cada mirada podemos tumbarnos en él, mirar el cielo tranquilamente, abrazarnos y estar en paz. Y así yo sé que, la próxima vez, no dejaré que los impulsos controlen mis palabras. La próxima vez será planeado. La próxima vez será meditado y corregido.
Hoy no. Hoy es de esas veces en las que dejo escapar, dejo escurrir. Y todo lo que sale es un desorden, una amalgama. Todo lo que se plasma es el sentimiento en erupción.
Se acabó; me voy a dormir.
Y me iré a soñar con la canción alegrando mi cansancio. Pensando en que no son dos veces, sino infinitas. Y en mis sueños te diré que tú también debes, y siempre.
Love two times, one for tomorrow, one just for today.
:)
sábado, 23 de agosto de 2008
· El Olimpo is falling down ·
Su alfarería no los creó a su imagen y semejanza, sino como una especie de mascotas a las cuales podrían observar en los ratos de ocio. Lo más interesante eran las etapas; etapas que los inmortales no poseían; el nacer, el crecer, el envejecer y el morir. Sobre todo el morir.
Corrían a pies descalzos, primitivamente desnudos, indiferentes al lenguaje y bajo ninguna influencia más que los cambios climáticos. No sentían angustia, no se alegraban, no añoraban, no soñaban, no amaban...
Cuando la caja fue abierta, las emociones comenzaron a colmar sus débiles cuerpos. Cuando el fuego les fue dado, sus capacidades se desarrollaron de forma espantosa.
Los dioses creen no equivocarse. Los dioses creen ser aún los amos y señores de toda existencia (viva y no). Los dioses creen no equivocarse. Los dioses creen ser imperturbables, intocables.
Sin embargo allá van los humanos escalando el monte.
Sin embargo alzo la vista y veo a los grandes caer junto con sus estructuras, junto con sus palacios, junto con sus creencias.
El Olimpo se está rompiendo en mil pedazos.
Y mis ojos mojados sólo pueden pensar en que se equivocaron. Cuando los veo caer como animales ingenuos. Cuando doy media vuelta y me alejo.
(Me alejo pero me acerco. Me acerco a los iguales. Me acerco a ti)
martes, 19 de agosto de 2008
· Así te he amado, todo este tiempo ·
Que mi cuerpo no aguanta, se expande, se infla.
Oigo hoy el revoloteo amplificado,
percibo hoy el cosquilleo constante.
Lo percibo.
Dentro, en mis costillas
Dificulta mi respiración, la entrecorta.
Y mi cuerpo no aguanta, se asfixia.
Porque allá van las mariposas.
Liberadas de la jaula que es mi pecho.
Allá vuelan, libres.
Amplificando el revoloteo constante.
Eternizando las sonrisas,
eclipsando los besos,
y volviendo a
mi cuerpo.
lunes, 28 de julio de 2008
· Celeste is happy too ·
revivir el mundo en este día tan
nublado.
y sigue. La vida agitada. Que el perro casi muerto, y el escándalo familiar. Llantos y la hermana grande morbosa.. que mira la herida, que mira el hoyo curiosa. Está movida la cosa, el presente camina a pasos agigantados para alcanzar el futuro anhelado, ese que se delimita como espejismo frente a nuestros ojos, pero fijo, porque existe. Solo falta caminar unos cuantos meses, recorrer unas pocas épocas. Porque pasarán las estaciones; el invierno se sucederá cálidamente (como burlándose del anterior, como queriendo echar abajo los prejuicios) hasta una primavera mucho más amigable aún con las alergias (que afectan a todos menos a ella) y así, así el verano y el otoño, así por años y décadas. Juntos, al final.
y siguió. Básicamente porque no confiamos en el término. Quisimos creer que se prolongaría, y entonces el final se deshizo. Para nuestra suerte, eso que creímos tan fuerte no nos engañó, y ahora nos impulsa a caminar apresuradamente (pero con cuidado, no debemos caernos en los hoyos, ni siquiera en el del perro), pero lento. Y los siglos parecen minutos. Porque eran minutos, y esta permanencia eterna es paradójicamente guiada por el cruce de nuestras manos al recorrer el siempre fiel parque (que nos vio nacer, morir, resucitar y ser). ¿Perduró porque jamás creímos en el desenlace?.
y seguirá. Así, con el cine y la dieta. Con el ron y las papas fritas (con ketchup). Para seguir yo también, loca por esos sueños que veo reflejados en tus ojos (y sólo en ellos), adicta a ver surgir desde lo más profundo mis alegrías, desde ese hoyo que creí infinito y donde hoy se desatan las más increíbles carcajadas. La felicidad agitada, a la vuelta de la esquina, a unos pasos en la vereda, a unos centímetros de tu boca. Justo ahí. Donde respiramos el mismo oxígeno.
Just like that, y por varias razones; se acabaron los días de auto limitación. Hoy las ideas llueven; llueven a lo tropical, sobre un terreno caluroso, húmedo. Nada opaca, cuando lo único relevante es mi cabeza apoyada a tu pecho, o tus manos acariciando mi mejilla.
martes, 22 de julio de 2008
· He de llorar ·
jueves, 3 de julio de 2008
· Vista a través de un nuevo cristal ·
Inútil: aunque las voces parecían querer dirigirse a mí (y solo a mí). Como enviciadas con alguna especie de agonía eterna, una agonía que las obligaba a vomitar consejos, palabras y frases cliché sobre mis pies cansados, sobre mi cara demacrada, sobre mi cuerpo exhausto.
Me arrodillé en las cerámicas frías, sentí el ardor de las heridas en cada uno de los centímetros de mi piel. Toqué mi rostro y descubrí sangre, toqué mi pecho y sentí la carne tibia y viva del músculo palpitante.
Arrastré mi cuerpo hacia el marco de la puerta, recorrí con la vista el cuarto oscuro-luminoso.
Sentí el viento en mi cara. Frío, salado. Y vi nuevamente el mar, ese mar en donde hace algunos días lancé lejos los barquitos. Bien lejos. Para que encontraran su propio destino. Ese que no se corresponde al mío, que no tiene equivalencia en mis proyectos, que no tiene futuro en mi futuro.
La luz me dañó los ojos.
Apoyé la oreja sobre la pared helada, lisa. Escuché los murmullos cada vez más cercanos.
El agua llegó hasta mis rodillas. La sal terminó por agudizar el dolor de las heridas permanentes.
Y sentí que me dejaba llevar. Sí, por esa corriente que no quiso detenerse. Por esas olas que me abrazaban cálidamente, y me llevaban lejos, sí; a cualquier destino lejos de este mundo, de esta tierra, de este presente, de esos barcos y de ese horizonte que no me pertenece.
Los murmullos se volvieron griteríos. A medio centímetro oí la voz que tanto me había estado llamando, buscando. La espuma y el agua fueron testigos. Porque nos enredamos.
Y no eran murmullos, ni gritos...
eran tus palabras; de esas suaves y tibias.
I'm dying of love
it's OK
martes, 24 de junio de 2008
· Los adioses se alejan mar adentro ·

Sobre cada barquito coloco una fecha, una sonrisa, un recuerdo. Lo lanzo al agua y lo veo alejarse. Marea arriba, adentro. Minuciosamente corto un nuevo trozo. Lo doblo por la mitad, luego la mitad de la mitad, tomo una punta y hago un triángulo, las sobrantes se convierten en triángulos también. Y viene lo más difícil; cuando pasa de ser sombrero de marino a barquito blanco, ilustre, ganador de todas las batallas. O casi todas.
Me despido de la flota. Indiferente me da la espalda. Como si no hubiese sido yo quien con exageradas precauciones construyó sus barcos...
El nudo de mi cuerpo durará un tiempo. El suficiente como para permitir reconciliarme.
Sin embargo...
Me tranquiliza una mano que me aferra con dulzura.
Me tranquiliza el calor proveniente de tierra firme.
Entonces veo, poco a poco y lentamente, que la flota ya se hace imperceptible.
domingo, 15 de junio de 2008
·Soy una amalgama·
miércoles, 11 de junio de 2008
Caminaba sola.
Sentía el frío.
De la pérdida...
Debiera sentirme tranquila.
Convencida...
Pero mis ojos no pensaban lo mismo,
mientras bañaban el pavimento.
Mientras mis oídos sufrían las torturas
de los recuerdos...
"Don't look back into black
Don't let the memory of sound drag you down"
Las lágrimas mojaban penosamente el cemento.
·Stop Swimming·
martes, 10 de junio de 2008
·Arqueología·
martes, 20 de mayo de 2008
· Blackwater Park ·

Sería la lluvia la que perdería entre desagües las hojas caídas del otoño, la que limpiaría el aire desgastado de un melancólico cielo nublado.
Y, sin embargo, lo extrañaría.
Extrañaría esos parques en donde dejamos nuestra pequeña invención del mundo a medio acabar, extrañaría los abrigos medio húmedos y su fru frú al rozarse, extrañaría los suspiros interminables por historias sin comienzo que creímos poder concretar; aquellos suspiros que nos permitían seguir soñando cada día, seguir entibiando bancas incansablemente, y seguir pensando que quizás... quizás.
jueves, 15 de mayo de 2008
· El lado más dramático de mí... ·
Se evaporaba paulatinamente, devorado por el imponente sol, ese sol que parecía no querer ceder ni al invierno, ese sol que despierta en mis ojos cada mañana, y que evita el frío al anochecer.
Y mis suelas se negaban a ceder.
Por suficiente tiempo se había adherido la sombra a mis pies, suficiente como para terminar sintiéndome menos humana dentro de la carne, como para acostumbrarme al frío de la desnudez.
(Incluso amarla)
Resulta lógico que cada hilo se niegue, que luche furiosamente por no desprenderse, por estar siempre colgado a mí.
Y también resulta lógico que cada cierto tiempo le tienda la mano a esa sombra, a esa niebla que me rodea y que la luz pretende disipar.
"Fue ese doble el único que me acogió cuando mi cuerpo no era más que masa, y me enseñó la inspiración...
Por eso yo también me aferro al dolor, como la gota de licor que recorre mi cuerpo creando literatura."
Entonces tomo la aguja y repaso el hilo que, al parecer, no podrá soportar.
Pero sólo de vez en cuando.
Porque el calor comienza a agradarme.
Y el lado más dramático de mí comienza a alejarse,
reconociéndolo sólo en excusas.
Y ya la luz lo ha evaporado completamente
y ha pasado a formar parte del aire...
Ese aire que revuelve mis cabellos,
que recorre mi cuerpo haciéndolo encrisparse,
y que sonrié junto a mis labios cada día de sol.
domingo, 27 de abril de 2008
· 24/02 ·
Y sin embargo, la página estaba demasiado limpia, demasiado en blanco. Que las primeras pinceladas fueron frágiles, inexactas, precarias y - en su mayoría - erróneas, teniendo que (inevitablemente?) ser tachadas o explicadas. Así, la escritura ya no se vió perfecta sino tan fallida como en ocasiones anteriores. Tan fallida pero a la vez distinta; cargada al "yo" y al egoísmo, al deliberado deseo de obviar a los demás, las influencias y el exterior...
Detesto correr tras las sombras del polo opuesto.
Aquel que imanta mi persona (lidad) absorviéndola, succionándola, deformándola e idiotizándola. Idiotizada como un zombie.
Celestezombie, como madre cloaca.
----- cloaca.
jueves, 10 de abril de 2008
·Mensaje Subliminal·

Recuerdo haber llegado hasta la "tri"furcación de los caminos, esa que tanto había intentado esquivar caminando lento, retrocediendo pasos.
Recuerdo haber mirado a lo lejos hacia esas tres direcciones, buscando algún indicio de vida, algún rayo de sol que sirviera para aferrarse.
Todos inhóspitos, desiertos.
Estuve un buen rato sentada ante la decisión.
A pesar de todo, había un camino en el cual podía ver "algo" a lo lejos, y entonces lo elegí.
Si tan solo no hubiese sido tan ingenua en aquel momento.
Se trataba de un espejismo.
El camino terminaba en el vacío. Se iba poco a poco "desconvirtiendo" de lo material a una "nada" perfectamente limitada y sin límites. Una "nada" que me succionaba, que me llamaba y me atraía a medida en que se hacía cada vez más dolorosa.
Me hubiese quedado refugiada en ese espejismo para siempre... Pero el desdichado me escupió, me lanzó nuevamente hacia la "tri"furcación, cerrándose para mí, y dejándola sólo en "bi".
Recuerdo haber perseguido su recuerdo durante siglos.
Cuando alguien quiso conducirme, lo maté. Pero no sin dolor.
Maté el presente y con ello nació la " "furcación.
Partí entonces por la " "furcación. Cogí casi todos mis recuerdos y los eché al bolsillo. Caminé ayudada por una mano invisible.
Encontré-
Sí, encontré-
Y cada día vuelvo menos la vista hacia atrás, hacia la "tri" furcación de los caminos,
allá donde abandoné recuerdos que elegí "guardar" en la tierra,
en la tierra y no en mis bolsillos.
sábado, 1 de marzo de 2008
· Escala Cromática ·
me riño a cada instante con este pudor insaciable,
soy impasible en actos inauditos e inalcanzable,
me fijo tras esta pared plana de reflejos,
soy la imagen traslúcida de una muerte prematura,
las hojas de mi cuerpo se desprenden secas de mentiras,
marchitas de esperas, podridas de tiempo.
Estoy rendida ante lo infinito,
soy un punto en la era de la destrucción,
mis pensamientos valen más que los granos de arena,
postrada frente a la visión de la oleada absurda,
obligada a ver masacres de iguales.
Estoy rendida ante las mil facetas de lo infinito,
mimetizada como un punto en la destrucción,
postrada ante la visión de mi propia muerte,
obligada a ver marchitas las horas de mi espera,
bajo mi existencia,
que vale poco más que un grano de arena...
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Tiene como tres años de ser escrito, y aún me resulta increíble lo "yo" que sigue siendo.
lunes, 25 de febrero de 2008
· El Baile de las Márcaras ·
Sin embargo, ya no chocaron contra esa muralla medio rota que solía llamar su "escudo".
No.
Ahora se encuentra al descubierto. De forma mínima, irreconocible.
Y es que encontró una manera mejor de protegerse: arriesgando su propia identidad.
Claro, de forma inconsciente fue separándose en pedacitos.



